La felicidad no es contable.

Hoy me han preguntado si soy feliz. Y no he sabido responder, pues ¿qué es la felicidad? Para algunos es tener motivos por los que despertar cada mañana, para otros la felicidad viene en botella o enrollada en un papel de fumar, otros ni si quiera tienen la más mínima idea de lo que es la felicidad. Y para mi, ¿qué es la felicidad? Es una pregunta difícil de responder, pero supongo que la felicidad para mi se halla en las pequeñas cosas. En esa sonrisa que a veces me dedica alguien para indicarme que todo va bien, en las enormes bolsas de lacasitos que me como mientras hago el tonto con una amiga, en las risas que me echo al ver las caras con las que salgo en las fotos después de una tarde genial, en las sonrisas que se me escapan cuando estoy leyendo un libro que me gusta mucho, en la cara de tonta que se me pone cuando me acuerdo de algún momento especial, en esa voz de niña buena que me sale de vez en cuando, en esa sensación que me invade al releer algo que escribí hace tiempo y que me encanta, en los millones de cosas que he imaginado y que seguramente nunca se harán realidad, en ese mensaje que tengo guardado en el móvil, en los recuerdos que me traen las fotos viejas, en lo nerviosa que me pongo por las cosas más tontas, en la satisfacción de poder enseñarle al mundo algo que te encanta..

Creo que eso es para mi la felicidad.






heridas en los labios de tanto morderlos pa' frenar las palabras

Cara a la pared.

Sentimientos que me asaltan día a día y ponen de cara a la pared para susurrarme al oído que ya he callado demasiado, que ya son demasiados los parches que tuve que ponerle al corazón, que si no dejo salir los sentimientos en forma de actos, palabras y demás sensaciones lo pagaré con heridas. Alguien susurra de fondo que ya he perdido demasiado como para que esto siga valiendo la pena. Por un segundo creo que esa voz que susurra tiene razón, pero si hubiese visto tu sonrisa a medio gas cuando pides perdón, tus ojos brillando bajo el sol de verano, tu piel morena, la marca que tienes encima del labio.. Alguien que haya visto eso.. Y yo si lo he visto. Miles de veces. Inspiraste mil de mis poemas y todos los suspiros de mi alma.
Alumbraste mil mañanas que tu mismo habías oscurecido, y cosiste mil heridas que antes habías abierto. Fuiste mil veces quien tuvo que pedir perdón y no lo hiciste, pero que más da..
A pesar de todo eso, todavía eres tu quien inspira mis mejores versos.

Es hora de hacer mudanza...





TEXTO DE LA NOVELA ELIMINADO.

[Historias sin final. ¿De qué sirve un sofá si ya no puede sentarte en el, si no puedes dejar plasmado en el tus sueños, tus ideas perfectas del amor? De nada..

Las palabras escritas perduran en el tiempo, y esta pequeña gran historia de amor que mi corazón escribió permanecerá hasta la eternidad, pero ¿algo de lo que me llevó a escribir todo esto permanecerá mucho tiempo más? No lo creo, es mas, dudo que quede algo de todo eso.
El tiempo ha barrido los sentimientos y se los ha llevado, pero ¿qué mas da?. Lo importante fue poder empezar a escribir imaginando un amor sin limites, deseando que cada palabra saltase del papel a la realidad y me hiciera sentarme en un sofá real, con un él real.

Y claro que hubo un él real, y bien sabe todo el mundo, aunque yo me empeñé en negarlo, en quien pensaba cuando escribí todo esto, pero ahora... Ahora él, sigue siendo él, y por supuesto que sigue inspirando algunos sentimientos en mi, pero ninguno que me impulse a terminar mi abandonado sofá. Por eso hoy doy punto y final a esta peculiar historia de amor.

Se acabaron los folios en los que las primeras palabras son : María cogió su vespa y se marcho. Ningún archivo en el escritorio del ordenador que se llame El sofá de María. Sólo una entrada de blog para dar final a una historia que a momentos me hizo volar, soñar, disfrutar, llorar y sonreir.

Es hora de hacer mudanza y de cambiar de sofá. ]

Todo y más.

Cuando menos lo esperas pasa algo que te hace dibujar una sonrisa.
Puede ser un día normal, en un minuto normal, pero derepente te das cuenta de que estás haciendo algo que mil veces habías querido hacer pero por miedo no habías hecho, y entonces ese día, ese minuto, se convierte en algo especial que dejará una pequeña marquita en tu vida.

No hablo de grandes cosas, hablo de cosas que para los demás puede que sean rutinarias, mecánicas, pero para ti son pequeños retos que mil veces has intentado superar, y hoy lo has conseguido.

Es ahí, en esas pequeñas cosas donde encuentras el sentido a la vida. Cosas que te hacen sonreír sin motivo y te llenan de confianza en ti misma. Es ahí cuando te das cuenta que esforzarte y creer en ti misma da resultado. Y es que si te lo propones, tú puedes con todo.

Apuesta y quizá pierdas.



Ya se que no entiendes mis gritos por cualquier cosa. Ni mis rebeliones por lo que tu llamas tonterías, ni que prefiera seguir mis ''imposibles'' sueños en vez de seguir lo que se supone me llevará aun futuro mejor, pero sabes, nadie me enseñó a crecer y estoy jugando todas las cartas.