trenes que pasan y no vuelven.

Paro un segundo y vuelvo la cabeza hacía atrás para comprobar que aún estás pero ya no te veo.
No se si te has ido para no verme marchar o es que en realidad nunca viniste por mi y sólo fue una casualidad encontrarnos en la puerta de la estación.
Ha sido difícil escoger está estación para marcharme de aquí y no volver nunca más.. Podría haber ido a mi nueva vida en avión, en coche, en moto, incluso en bicicleta si me lo hubiese propuesto, pero me decanté por el tren en un pequeño guiño hacía a ti.
La estación estaba llena de recuerdos que sólo nosotros dos podríamos ver.. Cuando estaba triste y el mundo me ahogaba tu me cogías de la mano y me decías: Ven conmigo y déjate llevar sin más. Y me llevabas a la estación, y veíamos juntos el vaivén de los trenes, la gente con sus prisas, los llantos por que alguien se marchaba lejos o los abrazos por que alguien regresaba. La estación era paz. Silencio y barullo todo en uno.
Un día me explicaste por que amabas tanto la estación. Me dijiste que ahí encontrabas la paz que no encontrabas en ningún otro lugar, que soñabas con montar en todos eso trenes y visitar mil ciudades, que la estación te inspiraba por que era como otro mundo paralelo, un nuevo big-bang en el que cada día podías encontrar cientos de cosas nuevas, que amabas pasar las tardes mirando el gran reloj de la estación, viendo pasar el tiempo. También me dijiste que te encantaba comprar libros en las tiendas de la estación, decías que eran distintos, que olian a vida y estaban llenos de historias más allá de la que el propio libro contaba..
Yo también adoraba la estación, y sobre todo adoraba esa tonta costumbre tuya de darme un beso cada vez que un tren llegaba.. Deseaba que llegasen trenes sin pausa.
Hicimos mil locuras allí. Como cuando nos colamos en un cuarto lleno de objetos perdidos e imaginamos una historia para cada objeto y después elegimos uno y nos lo llevamos a casa.
Tu elegiste una cámara polaroid con mucho polvo y yo un paquete lleno de cartas de amor que alguien debió de enviarle a su amante desde otro país..
Leímos juntos todas las cartas y después me dijiste que tú nunca me mandarías cartas por que siempre estarías a
mi lado y que iríamos juntos a mil lugares, y cogeríamos muchísimos trenes.
Hoy yo cojo mi tren sin tenerte al lado con ese gesto de niño esperando poder ser el primero en darle al botón para que se abriese la puerta, por que como tu bien decías las personas son trenes sin destino , y hace falta viajar mucho para encontrar un destino fijo.
El amor se define como la desinteresada tarea de crear espacio para que el otro sea quien es.

ConRdeReflexión.

¿Te has preguntado alguna vez porque antes del sexo se ayuda al otro a desnudarse y después te vistes tu solo? Reflexión: si estas jodido nadie te ayuda, y si te ayudan te van a joder