4-11-2014

Voy a buscar los sonetos que esconde tu silueta,
a ponerle nombre a las constelaciones de tus lunares.
Voy a mecerme en los vientos que crean tus pestañas,
a bañarme en la saliva que derramas sobre mi piel.
Voy a escalar por tus costillas, a ser funambulista en tus cuerdas vocales.

Dormir en tus labios, arroparme con tu piel, soñar junto a tu cuerpo.

Quiero conocer contigo el amor, en la cama y en la vida.
Quiero viajar a París sin coger ningún tren, sólo agarrada a tu espalda.
Voy a enseñarte las heridas que otros hicieron y ahora sanas con tu aliento.

No quiero cuentos, no busco Romeo, ni dramas de amor.
No sé si voy a estar a la altura sin necesitar escaleras.
No sé si puedo lo que quiero contigo y con nadie más,
                                      pero quiero intentarlo.

Déjame, pero no me dejes.

Te voy a escribir mil cartas. Todavía no he ordenado lo que voy a decirte, pero sé lo que quiero decirte.
Déjame dormir más noches a tu lado. Arrópame el cuerpo con saliva. Explórame poco a poco. Devórame con los ojos, clávame los dientes en la piel y en el alma. Arráncame las bragas y llévate con ellas mis miedos. Hazme tuya sin dejar de ser mía. Compártete conmigo, déjame ver tus heridas. No te asustes al ver las mías, lámelas, ayúdame a cicatrizar. Déjame respirarte, éntrame por la nariz, instálate en mis entrañas y acaríciame desde dentro. Bésame entre los muslos. Hazme el amor mientras me follas cómo si el cielo estuviese a punto de estallar sobre nuestros cuerpos calientes. Háblame de ti, de tus miedos, de tu vida, de tus luchas. Déjame verte desnudo sin quitarte la ropa. Déjame verte feliz, verte riendo. Déjame todo contigo, pero no me dejes.