PERO

Nunca había sentido lo que sentí tras el paso de sus manos por mi piel. Apareció sin invitación. Me atracó el corazón a sonrisa armada, de esas que desarman. No tardamos demasiado en instalar nuestro cuartel general en su cama, en tirar nuestros muros y buscarnos en el pecho, en bucear en las lágrimas del otro para rescatarlo. Anidé en sus costillas y le prometí no faltar a ninguno de sus conciertos, la fiesta sorpresa que nunca tuvo, que desgastaríamos los vinilos de tanto escucharlos. Yo siempre cumplo mis promesas, le dije. Pero. Siempre hay un pero.

La vida giró a 45 revoluciones por minuto, como el vinilo que sonaba la última vez que follamos, y no supimos mantenernos en pie. Nos consumimos igual que los cigarros que compartíamos en su coche de camino a casa, cuándo aún no sabíamos lo que íbamos a dolernos. Llegó el invierno y con el frío instalado en una boca que antes había ardido abandoné el nido en su pecho y me fui, como las golondrinas de Becquer. Mejor dicho, huí. Huí de unas manos que ya siempre encontraba cerradas, de los te quiero a medio gas que no dan para calentar el alma, de las camas vacías teniendo alguien al lado, de futuros inciertos, de noches sin estrellas y días de lluvia sin saltar en los charcos. Huí como las cobardes, pero con la valentía de marcharme sabiendo que una parte de mi se quedaba con él. 
Te echaré de menos, me dijo antes de irme. Te echo, le contesté.

Antes de un invierno ya había vuelto. No sabía por qué, si de verdad tenía razones o si me las estaba inventado, pero volví, como quien vuelve a un lugar en el que ha sido muy feliz, con el miedo de que esté en ruinas mezclado con la esperanza de volver a sentir. Entré de puntillas, arrastrando los pies para borrar las marcas que había dejado al irme y le pedí que me contara los lunares de la espalda, que los volviera a unir para crear constelaciones. Desde su lado de la cama me miraba como si nunca me hubiese visto desnuda, como pidiéndome con los ojos que nunca más me volviera a ir. 
-¿Qué has hecho todo este tiempo?; y se quedó callado, como si hubiese dejado de tachar los días del calendario porque yo no estaba. Le hablé de mis días, de todos los poemas que le había escrito, de todas las camas en las que me había corrido pensando en él, de las veces que había llorado en los días de lluvia, para que no se notase, para estar menos fea. Nos pedimos perdón con las manos, con los labios, con la piel. Nos perdonamos sin saber qué nos habíamos hecho. Me pidió que me quedara 5 minutos más 100 veces, y esa noche dormimos juntos. Con Morfeo a punto de sentarse en sus párpados y en voz muy bajita me dijo: te quiero, ésta vez sin peros.
A la izquierda una piel morena,
a la derecha una puerta de huída.
Es todo lo que tengo, y a veces me parece tan poco, otras casi creo que es suficiente.

No sé a qué juego estoy jugando, por si acaso tiro los dados y si sale cuatro me tapo los ojos y miro sin ver.

Si no me doliera no estaría escribiendo. Le he preguntado 55 veces al folio si duele porque cura, como sal en tus besos, o me está borrando el alma.
Hace unos días leí un artículo en el que recogían algunas de las palabras más bonitas del castellano,  me quedo con dos, que me encanta lo que significan, me encanta como suenan y me encanta que sólo las usemos para ocasiones especiales.



Sempiterno: que habiendo tenido principio, no tendrá fin.
Inmarcesible: que no puede marchitarse.

¿Cuáles son vuestras palabras favoritas?


CAMAS II

Soy como un domingo de noviembre sin manta ni compañía.
Una peli de miedo sin mano a la que apretar
Como el silencio de negra en una canción que cantas, no suena, te ahogas si no aparece en mucho tiempo
Como la luz al final del túnel, fundida.

CAMAS I

El encanto roto de quien vuelve a los lugares 
-a las personas- 
en los que ha sido feliz. 
Con una mano abierta para recibir y otra en un puño, 
seguramente haya algo que golpear.
‘Querer lo que te hace daño, tío, ¿sabes? De esto que…que no puedes evitarlo, pero dices…pero no puedo, pero necesito…necesito una vez más.’ -Leiva.

Y qué, Raúl, y qué.

Y si digo tu nombre qué. Y si empiezo fuerte y digo que te quiero, que me has dado mil razones para no hacerlo, pero siempre encuentro otra para si hacerlo y si no me la invento. Y si digo que quiero volver a tu cama, que quiero poner allí los ladrillos de mi reino y derrumbarlos a gemidos. Y si digo que eres mi primer te quiero, y mi primer beso mal dado. Y digo que también has sido mis ganas de huir, de mandarlo todo a la mierda, pero que sobre todo, has sido mis ganas de quedarme, de caminar hasta la mierda y volver a poner todo en su sitio. Y si digo lo que me de la gana, porque contigo puedo decirlo, porque soy yo y no un intento fallido de nada. Y qué mas da si te digo que te odio, cuándo quiero decir que te quiero, pero no puedo porque se que no debo, si en realidad te estoy diciendo te quiero con las manos. Y qué si digo que detesto las huídas pero que me escaparía contigo a cualquier hostal de Madrid. Y qué si echo de menos que uses mi tripa de tambor, y follar contigo y correr sin tener prisa; y que te corras. Y qué pasa si digo que me da igual todo el mundo, que digo que sí a todos los que me dicen que me estoy equivocando y por la tarde me monto en tu coche y me llevas al lago.Y qué si digo que una vez me dedicaste una canción, que no me acuerdo cuál era y me da igual, porque en la punta de la nariz guardo la esperanza de que algún día me la vuelvas a dedicar. Y qué va a pasar si digo que me encanta cuando sonríes y me miras como si nunca me hubieses visto desnuda y todavía pensases que soy tierna. Y qué si digo que todos los días me pregunto 100 veces si aun me querrás y solo 50 me da miedo saberlo. Y qué va a pasar si digo, si te digo que me da igual todo lo que pasó antes de este segundo y quiero empezar de cero, que nos fuguemos sin movernos del sitio, que me beses, que me digas ven, que acerque mi cuerpo al tuyo, y que me pidas que lo deje todo por bailar en tu cama.
Si me dices ven, yo lo dejo todo, pero tienes que decírmelo.
La felicidad se esconde en esas cosas que no podemos explicar, que no queremos contar a nadie. 
Ojalá todos los semáforos de camino a mi casa estuviesen en rojo.
A veces apostamos todo a un solo número y perdemos. No me han admitido en la escuela.
El año que viene más y mejor, espero.
Estoy muerta de miedo. Llevo soñando desde hace años con esto, y por fin, después de muuuuuucho pelear, de tener que oír: estudia algo de verdad, eso no te va a dar de comer, esto es una tontería y se te acabará pasando, casi ha llegado el día. En menos de una semana tengo que demostrar todo lo que valgo, interpretar delante de un montón de gente que decidirá si entro en la escuela y me acerco un poquito más a cumplir mi sueño, porque resulta que no era una tontería, que la niña que quería subir a un escenario ha crecido y tiene claro que quiere ser actriz y va a luchar por conseguirlo. Estoy muerta de miedo, pero es el miedo más bonito que he sentido jamás.


¡El 14 os cuento como ha ido!

"De las preguntas más absurdas que nos pueden hacer en la vida es qué edad tenemos. Porque no nos da ninguna pista de a quién tenemos delante. Yo la verdad es que no lo sé. Ni me importa. Porque lo importante no es cuantos años tenemos, sino en cuantos de ellos hemos vivido.

Yo prefiero decir que tengo 42 miradas en el metro que me han hecho sonreír. Tengo 2 “te quiero” suicidas que dije sabiendo que quien tenía delante no me quería a mi. También tengo 14 abrazos inolvidables, 3 de ellos irrepetibles porque quien me los dio ya no está. Tengo unos 35 “lo siento” de los cuales 8 jamás me perdonaron. Tengo 6 noches de hospital al lado de alguien que me importaba y 7 madrugadas pensando en una persona a quien no le importaba yo. Tengo unos 5.200 besos, pero solo me acuerdo de 6. Tengo 4 veranos que fueron infinitos y 3 inviernos demasiado fríos. Y solos. Y tristes.

Tengo 25 noches sin dormir y algunas lágrimas gastadas en cosas que no importaban. También tengo 4 lágrimas muy amargas invertidas en algo que merecía llorar durante años. Tengo 150 carcajadas de esas que hacen que te falte el aire y 10 sonrisas por compromiso. Tengo 9 deseos de infancia que se dan de hostias con las promesas que nunca cumplí. Tengo 3 consejos recibidos que entendí mucho tiempo después. Tengo unas 12 camas donde me acosté sin querer estar y 4 donde hubiera matado por despertar. Tengo 5 errores que volvería a cometer y 2 de los que me arrepiento mucho, aunque solo un poco. Tengo miles de cenas, pero pocas como aquellas 3. Y tengo 43 escalofríos que me han recorrido el cuerpo entero. 120 conciertos, 350 películas… y no soy capaz de contar las canciones. Tengo 31 tardes comiendo pipas en un parque viendo la vida pasar con mis amigos. Y 500 tardes más recordándolas unos años después. Tengo 5 adioses. En dos de ellos nunca quise despedirme en realidad.
Tengo tantas cosas por decir que nunca diré y tantas que me tendría que haber callado…

Para quién quiera saberlo, esa es mi edad.

Y no tengo ni puta idea de en cuántos años cabe eso."


Enric Sánchez.
Los cementerios están llenos y las calles vacías.

En serio, asoma la cabeza por esa puta ventana y dime qué ves. Cuerpos, llenos de entrañas pero vacíos de pasión.Con un motor en la cavidad torácica pero sin ganas de ir a ninguna parte. Ves carteras muy abultadas que compran carillas de porcelana pero no sonrisas, cremas para dejar suaves las manos que nunca acarician.

¿Qué le ha pasado al mundo? ¿En qué maldito momento hemos dejado de llorar con un poema? ¿En qué momento hemos dejado de mancharnos con nata la nariz y hemos empezado a llevar corbata? ¿De quién coño ha sido la idea de usar las cuerdas de las cometas para atarnos las manos? ¿Quién cojones se ha creído nadie para decirnos cómo, cuándo, dónde -y sobre todo- por quién podemos expresar nuestro amor?

Desde aquí veo las obras del primer cementerio de almas.
Ya hay lista de espera.
                                                               



                                   Si las musas te conocieran, serías tú su inspiración.
                                   Si Neruda te conociera, te escribiría poemas de amor.

                                                        Peroyoyano.

Bukowski en verano


Que viene el verano y tenemos mucho tiempo para leer. Y qué mejor que meter la cabeza en el poco conocido mundo Bukowski. Aquí dos webs muy muy completas donde hay de todo: poemas, relatos, obras completas.

https://sites.google.com/site/escritoresmalditos/charlesbukowski

http://solobukowski.blogspot.com.es/


¡A LEER SE HA DICHO!

ACTO POÉTICO

Por el huevo roto en el suelo 
por el 5 de julio 
por el pez en la pecera 
por el viejo en la habitación Nº 9 
por el gato sobre el muro. 

Por vos mismo 
no por fama 
ni por dinero 
tenés que seguir luchando. 

Cuando te hacés viejo 
disminuye el atractivo 
es más fácil cuando se es joven 
cualquiera puede alcanzar 
las alturas alguna que otra vez. 

La clave consiste en 
resistir. 

Cualquier cosa que sirva 
para que
esta vida siga bailando 
frente a 
Doña Muerte. 


 

                           Charles Bukowski

Fragmentos de una cama

La última cama en la que he gemido es casi tan grande como la tuya. Pero no suena igual, no sabe igual. No la mojo igual.
Y yo quiero llorar en tu pecho, que me beses la frente, hablarte de mi abuelo, arrastrarte conmigo a algún teatro. 
Yo me acuesto en otras camas.
Y otras en la tuya 
                                                     Que el fin del mundo nos pille bailando.
Algún día, no hoy, y seguramente tampoco mañana, pero alguno, voy a encontrar en quién quedarme. Hacer nido. Acurrucarme. Dejar la armadura abollada en el suelo. Quedarme tan desnuda que se me vean hasta las costillas, Y lo que hay debajo de ellas: besos, vasos, miedos, dudas, sueños, ganas.

Y no me va a dar miedo tener el alma en los huesos.

Ser funambulista en tus cuerdas vocales. Resbalarme por tu garganta. Morderte el alma.

Noticias. noticias.



Hola, hola.
Tengo esto un poco abandonado, pero prometo volver en nada, con más textos y ojalá con novedades.

De momento os cuento esto:

El grupo De-generación volvemos a las tablas el 27 de Junio representando La ruleta rusa de Chejov bajo las directrices de Jesús Bernal. Será en el Teatro de la Estación, esta vez haremos dos pases, el primero a las 19:00 y el segundo a las 21:30. Después del dramón que representamos en febrero, ahora toca reírse. Hemos preparado un espectáculo lleno de magia, con música en directo, risas, gritos, estornudos y un montón de cosas que no os dejaran apartar los ojos del escenario. No os lo podéis perder.


¡Nos vemos en el teatro!

Nos queremos libres.

"Porque nos obligaron.
Porque, desde pequeñitas, nos pusieron coronas, vestidos de tul, ropa que no nos dejaba jugar, porque no la podíamos manchar. Nos dijeron “qué niña más guapa” tantas veces, que nos creímos que era lo que importaba.

Y nos chutaron dosis diarias de príncipe azul, y así nos hicimos yonkies del amor, y aprendimos a necesitarlo para vivir.

Las princesas son guapas, están asustadas y se enamoran del primero que las salva. Y del segundo, y del tercero. Y esperan, encerradas en su torre, sin hacer nada para escapar de ella.

Y nosotras aprendimos a ser como ellas.
Aprendimos a obligarnos a ser guapas, que significa fracasar eternamente en intentar parecerles guapas a los demás.
Aprendimos a esperar a que el príncipe azul nos solucionara la vida, que significa construir nuestra existencia en torno a la idea de conseguir y mantener una pareja, y a sólo así sentirnos completas.
Aprendimos que estas dos cosas eran una pelea, que significa sentirnos amenazadas por todas las mujeres que nos rodean, no vaya a ser que sean más guapas, o que su torre le pille al príncipe más cerca.
Aprendimos a querernos poco, y sólo a costa de lo que nos quisieran otros.

Quedaos con mis vestidos de tul, mi príncipe azul, mi espejo y mi corona. Quedaos con mis complejos, mis miedos, mis vacíos y mis celos. Quedaos con todo eso que me habéis impuesto, que no lo quiero.

Porque necesito sitio para las botas, los libros, los cuchillos, los vasos y los ceniceros. Para los bolis, las fotos, los bocadillos y mis cuentos. Para los condones, la bici, los pinceles y los baberos. Para las cazuelas, los periódicos, el martillo, los clavos y los ligueros. Para bailar, correr, descansar y tirarme en la hierba a ver pasar el cielo. Para mis sueños, mis desastres y mis deseos. Para fracasar y empezar otra vez con mis proyectos. Para mis amigas, mis ligues, mis mujeres admiradas y mis no quieros. Para mi vida, al margen de lo que me aprendieron.

Quedaos con mi reino. Que a mí me hace falta sitio para el mundo entero."


(Si alguien sabe quien es el/la autor/a que lo ha escrito, que me lo diga para añadirlo)

Sigo viva. Cuando los exámenes y los ensayos me devuelvan mi tiempo volveré por aquí más asiduamente. Prometido. Tengo un millón de cosas sobre las que escribir y muy poquito tiempo para hacerlo. Las pongo en la nevera para que se conserven frescas y tenerlas pronto por aquí.
BESOS A MILLONES PARA LOS QUE OS SEGUÍS PASANDO AUNQUE NO PUBLIQUE.
MUAAAAAAAAAAAA.


Hay veces que un hombre tiene que luchar tanto por la vida que no tiene tiempo de vivirla.” 

C. Bukowski.

17 de Marzo.



Estoy leyendo poemas, y pensando en ti. Y hablando con otro.
Mis costillas no lo entienden y crujen, como si lloraran porque ya no las tocas, porque ya no me miras y no me besas y no me nada.
Y yo, que hablo con otro, que sí me mira, que sí me besa, que sí me todo, sólo quiero -todoynada- contigo.
Quizás la única noción de patria que tengo es esta urgencia de un nosotros.
Mario Benedetti


Si les duele la tripa, vayan al médico.
Si les duele el alma, entonces, vayan al teatro.


Guardar algo que me ayude a recordarte sería admitir que puedo olvidarte.

W, Shakespeare

Sin título

Qué pequeñita y sola me siento en este necio mundo.
Tan frío, tan oscuro, tan vacío.
Qué desubicada me siento en este ir y venir de gentes incapaces de encontrarle al corazón otra utilidad que la de ocupar espacio en el pecho.
Cuánto echo de menos esas manos que no conozco y todavía no me han siquiera tocado.



El opresor no sería tan fuerte 
si no tuviese cómplices entre los propios oprimidos.

Simone de Beauvoir.
Juventud que no se arriesga,
sangre que no se derrama,
ni es sangre ni es juventud.

Miguel Hernández
Tú, que naciste más que musa.
Que ellas inspiran arte,
y tú, lo eres.

Salvado por los pelos

En tiempos remotos,en los que los marineros y los piratas surcaban los mares la mayor parte de ellos no sabía nadar; más aún, había muchos hombres de mar que no podían siquiera mantenerse a flote en caso de naufragio debido a que la capacidad de nadar no era una condición “sine qua non” para ingresar como tripulante.
De ahí que, cuando un día el jefe de cierto cuerpo de la Armada, quizá guiado por razones puramente higiénicas, dio orden de rapar la cabeza de todos sus hombres, estos se alzaron en clamor de protesta y rebeldía, alegando que la medida atentaba contra su vida, debido a que de esa manera se les privaba, en caso de naufragio, de una forma de asidero, dado que muchas veces eran salvados de una muerte segura al ser tomados de los largos pelos de su cabeza.
Y de aquí la expresión ¨salvado por los pelos¨.

Poetas.

Cada día estoy más convencida sobre aquello de que un hombre de artes debe tener tres mujeres: La musa, la amante y la amada. Creo que mi paisano, el Sr. Brodsky, estaría de acuerdo conmigo en que es absolutamente imposible encontrar esas tres cualidades en una misma mujer porque un poeta necesita dividir su alma para crear; necesita sufrir. Y no hay nada que duela más que una fisura entre las costillas para hacer hueco y meter en una misma vida tres corazones más, a parte del que ya se tiene.


Autor desconocido

Carta a...

Subo este texto que ya subí y borré después, simplemente porque no era el momento de que dejase de ser mío, todavía no era capaz de compartirlo con nadie, de que lo leyeran y se dieran cuenta de que yo también soy humana y me late algo en pecho, aunque sólo sea a ratos. Era un texto con dueño, con nombre y apellidos, pero como suele pasar(me), no llegué a darle el texto a ese nombre y ese apellido, y qué más da ya. Así que ahora es de todos ustedes, de los que lo lean, porque como dice mi amado Leiva, cuando creas algo, eso es tuyo hasta que se lo enseñas a alguien, después es de la gente, de quién lo siente, y ya no vuelve a ser tuyo nunca más.

Cuando lo conocí, no la primera vez que lo vi o hable con él, sino cuando ya sabía como gemía y también como acariciaba, me di cuenta de que nadie me había hecho sentir como lo hacía él. Marcaba su respiración en mi cuello y me hacía temblar, mi piel se tensaba al roce de sus manos, me agarraba a su espalda y no quería mas que los relojes estallasen y el mundo dejara de girar para no dejar de sentir sus labios carnosos abriéndose paso entre los míos. Comprendí que iba a convertirse en alguien especial en mi vida cuando me besó en la frente por primera vez. Posó sus labios sobre mi blanca frente y me acarició la cabeza como a un cachorrillo. Nada especial, ya me habían besado en la frente otras tantas veces, no fue el beso, fue lo que me hizo sentir. Es complicado explicar esa sensación. De repente sentí el calor de sus labios y no pude moverme ni un centímetro durante algunos segundos, sólo respiraba y me preguntaba que significaba ese beso tan tierno, tan lleno de cariño. Intenté preguntárselo pero se me atragantaron las palabras y sólo pude darle un tímido beso en el brazo. Me acurruqué sobre su pecho y poco después me descubrí haciendo las cosas que nunca antes me había atrevido a hacer, dejando que sus dedos caminasen sobre mi, que su voz se clavase en mi oído mientras tarareaba. Yo te canto, te arrullo, te arropo, te abrigo, te mimo, decía. A pesar de sonreír como una idiota y sorprenderme más de una y dos veces despistada pensando en él, no me di cuenta de que empezaba a sentir algo hasta que puse el último punto de lo que sería la primera cosa que le había escrito. Un texto horrible, atropellado, desordenado, pero le había escrito y eso me inquietaba como pocas cosas lo hacen. Lo leí mil veces, me hice mil preguntas. ¿Por qué le había escrito? ¿Por qué si apenas hacía unas semanas no era mas que un desconocido? ¿Por qué no podía dejar de pensar en su olor y en sus manos y en su boca? Y la respuesta era simple, no podía dejar de pensar en él, porque aparte de tocarme por fuera también me había tocado por dentro.