‘Querer lo que te hace daño, tío, ¿sabes? De esto que…que no puedes evitarlo, pero dices…pero no puedo, pero necesito…necesito una vez más.’ -Leiva.

Y qué, Raúl, y qué.

Y si digo tu nombre qué. Y si empiezo fuerte y digo que te quiero, que me has dado mil razones para no hacerlo, pero siempre encuentro otra para si hacerlo y si no me la invento. Y si digo que quiero volver a tu cama, que quiero poner allí los ladrillos de mi reino y derrumbarlos a gemidos. Y si digo que eres mi primer te quiero, y mi primer beso mal dado. Y digo que también has sido mis ganas de huir, de mandarlo todo a la mierda, pero que sobre todo, has sido mis ganas de quedarme, de caminar hasta la mierda y volver a poner todo en su sitio. Y si digo lo que me de la gana, porque contigo puedo decirlo, porque soy yo y no un intento fallido de nada. Y qué mas da si te digo que te odio, cuándo quiero decir que te quiero, pero no puedo porque se que no debo, si en realidad te estoy diciendo te quiero con las manos. Y qué si digo que detesto las huídas pero que me escaparía contigo a cualquier hostal de Madrid. Y qué si echo de menos que uses mi tripa de tambor, y follar contigo y correr sin tener prisa; y que te corras. Y qué pasa si digo que me da igual todo el mundo, que digo que sí a todos los que me dicen que me estoy equivocando y por la tarde me monto en tu coche y me llevas al lago.Y qué si digo que una vez me dedicaste una canción, que no me acuerdo cuál era y me da igual, porque en la punta de la nariz guardo la esperanza de que algún día me la vuelvas a dedicar. Y qué va a pasar si digo que me encanta cuando sonríes y me miras como si nunca me hubieses visto desnuda y todavía pensases que soy tierna. Y qué si digo que todos los días me pregunto 100 veces si aun me querrás y solo 50 me da miedo saberlo. Y qué va a pasar si digo, si te digo que me da igual todo lo que pasó antes de este segundo y quiero empezar de cero, que nos fuguemos sin movernos del sitio, que me beses, que me digas ven, que acerque mi cuerpo al tuyo, y que me pidas que lo deje todo por bailar en tu cama.
Si me dices ven, yo lo dejo todo, pero tienes que decírmelo.
La felicidad se esconde en esas cosas que no podemos explicar, que no queremos contar a nadie. 
Ojalá todos los semáforos de camino a mi casa estuviesen en rojo.
A veces apostamos todo a un solo número y perdemos. No me han admitido en la escuela.
El año que viene más y mejor, espero.
Estoy muerta de miedo. Llevo soñando desde hace años con esto, y por fin, después de muuuuuucho pelear, de tener que oír: estudia algo de verdad, eso no te va a dar de comer, esto es una tontería y se te acabará pasando, casi ha llegado el día. En menos de una semana tengo que demostrar todo lo que valgo, interpretar delante de un montón de gente que decidirá si entro en la escuela y me acerco un poquito más a cumplir mi sueño, porque resulta que no era una tontería, que la niña que quería subir a un escenario ha crecido y tiene claro que quiere ser actriz y va a luchar por conseguirlo. Estoy muerta de miedo, pero es el miedo más bonito que he sentido jamás.


¡El 14 os cuento como ha ido!