CAMAS II

Soy como un domingo de noviembre sin manta ni compañía.
Una peli de miedo sin mano a la que apretar
Como el silencio de negra en una canción que cantas, no suena, te ahogas si no aparece en mucho tiempo
Como la luz al final del túnel, fundida.

CAMAS I

El encanto roto de quien vuelve a los lugares 
-a las personas- 
en los que ha sido feliz. 
Con una mano abierta para recibir y otra en un puño, 
seguramente haya algo que golpear.