Errores que saben a miel.
Me encanta confundirme, y decir "no lo volveré a hacer más". Pero siempre volvemos a caer, nos levantamos , nos caemos, nos volvemos a levantar.
El problema es que nos gusta. Hay un momento en el que algo empieza y piensas "no sigas, te arrepentirás" pero dentro de ti hay una voz que te incita a hacerlo, se ríe de ti y te empuja a cometer el mismo error. ¿qué es lo que queremos exactamente? Queremos intentarlo, somos ilusos por naturaleza, nos pensamos que esta vez SÍ, todo va a ir bien, este es tu momento, por fin ha llegado, y nuestra imaginación vuela de tal manera que es imposible pararla y llega a puntos extremadamente improbables que hasta nosotros mismos nos creemos, nos creemos nuestra propia ilusión. Hasta que llega el momento en que te das cuenta de que vives dentro de una realidad en que no vale de nada imaginar, nada de lo pensado va a suceder, y te golpeas contra ese muro invencible que tiene tu cara marcada de tantas veces que te has dado... y un cartel enorme te dice "TE LO DIJE!"
Pero nos encanta confundirnos, llorar, armarnos de valor y volver a confundirnos. De error en error nos crecemos aunque sepamos que nada va a cambiar la próxima vez...
Te quiero en todos los modos y tiempos del verbo.
Albanés: Te dua
Alemán: Ich liebe dich
Armenio: Yes kez si'rumem
Búlgaro: Obicham te
Catalán: T'estimo
Coreano: Dangsinul saranghee yo
Cheyenne: Ne mohotatse
Danés: Jeg elsker dig
Húngaro: Szeretlek
Esquimal: Nagligivaget
Filipino: Mahal kita
Griego: S'apayo
Creol: Mi aime jou
Esperanto: Mi amas vin
Español: te quiero, te amo
Etíope: Afgreki'
Francés: Je t'aime
Hawaiiano: Aloha i'a au oe
Euskera: Maite zaitut
Gaélico: Ta gra agam ort
Inglés: I love you
Latín: Vos amo
Lituano: Tave myliu
Quichua: Ñuca yaquirini
Sioux: Techihhila
Sueco: Jag a"lskar dig
Portugués: Amo
Libanés: Bahibak
Italiano: Ti amo
Holandés: Ik houd van jou
Ruso: Ya vas liubliu
Rumano: Te iubesc
Japonés: Kimi o ai shiteru
Árabe: Ana Behebek (Chico a chica) Ana Behebak (Chica a chico)
Hebreo: Ani o'have otach Ani o'he'vet ot'cha
Vietnamita: Anh ye^u em (hombre a la mujer) Em ye^u anh (la mujer al hombre)
Irlandés: Taim i' ngra leat
Noruego: Jeg elsker deg (Bokmaal) Eg elskar deg (Nynorsk) Jeg elsker deg (Riksmaal)
Chino: Goa ai li (Amoy) Ngo oi ney (Cantones) Wa ai lu (Hokkien) Wo ai ni (Mandarin) Wo ai ni (Putunghua) Ngo ai nong (Wu)
Sentirse libre vale más que la propia libertad.
Primavera, descongélame al sol.
Era como un autómata programado para vivir superficialmente, sin ira, sin alegría, sin dolor, sin risas, si gimoteos, sin llantos, sin sonrisa, sin placer. No me permitía sentir, controlaba mis sentimientos hasta tal punto que pensé que llegaría a volverme loca.
Calculaba cada caricia al milímetro, cada sonrisa era premeditada. Analizaba las palabras para que no calasen hondo en el corazón y rechazaba cualquier muestra de afecto por miedo a que más tarde se convirtiera en dolor.
Dejé de abrazar, de besar, de querer, incluso dejé de escribir y caí en un punto sin retorno del que creí nunca saldría.
Congelaba un poquito más mi corazón cada noche recordando todo el dolor que había sentido por sentir y poco a poco creé un muro de piedra a mi alrededor que asesinaba lenta y dolorosamente a mis sentimientos.
Justo cuando mi corazón estaba a punto de morir de hipotermia apareció una primavera con nombre y apellidos, que con sus besos, su caminar de dedos por mi cuello, sus manos junto a las mías, su cuerpo contra el mio, descongeló poquito a poco el corazón y lo llenó de vida. Me permitió volver a sentir sin miedo al dolor y a ese vacío que se queda cuando alguien que te hizo vibrar se marcha. Incluso revivió las momificadas mariposas que algún día habían revoloteado por mi barriga acompañando algún sentimiento. Con el tiempo dejé incluso que me jurara amor eterno y me atreví a susurrar algún tímido te quiero en su oído.
Cuando llegó el invierno de nuevo y la primavera se fue me odié por haber cedido ante los sentimientos, por no haber permanecido de hielo y mantuve un rencor doloroso durante muchas mas primaveras en las que permanecí con el corazón cerrado a cal y canto, hasta que un día el sol de la primavera brilló mas fuerte que nunca y una de las mariposas que se alojaban en mi tripa escapó por mi boca dejando el efecto de la primavera en mi para la eternidad..
Sé tu propio ídolo.
Cada noche en mi cama pensaba en qué entendía yo dentro de esa frase. Hubo ideas locas y alejadas de la realidad, pero un día sin más apareció el que me pareció el significado mas convincente. No sé si él quiso decirme eso, pero yo entendí que debía amar todo lo que hiciese en esta vida, que debía admirarme y sorprenderme a con cada cosa que hiciese por mínima que fuese y, que sobre todas las cosas debía quererme a mi misma tal y como era.
Fui a muchos sitios con es frase, y cada vez que pensaba que el mundo me iba a ganar en la batalla diaria de seguir siendo yo, la misma de siempre, recordaba esa frase y sonreía.
trenes que pasan y no vuelven.
No se si te has ido para no verme marchar o es que en realidad nunca viniste por mi y sólo fue una casualidad encontrarnos en la puerta de la estación.
Ha sido difícil escoger está estación para marcharme de aquí y no volver nunca más.. Podría haber ido a mi nueva vida en avión, en coche, en moto, incluso en bicicleta si me lo hubiese propuesto, pero me decanté por el tren en un pequeño guiño hacía a ti.
La estación estaba llena de recuerdos que sólo nosotros dos podríamos ver.. Cuando estaba triste y el mundo me ahogaba tu me cogías de la mano y me decías: Ven conmigo y déjate llevar sin más. Y me llevabas a la estación, y veíamos juntos el vaivén de los trenes, la gente con sus prisas, los llantos por que alguien se marchaba lejos o los abrazos por que alguien regresaba. La estación era paz. Silencio y barullo todo en uno.
Un día me explicaste por que amabas tanto la estación. Me dijiste que ahí encontrabas la paz que no encontrabas en ningún otro lugar, que soñabas con montar en todos eso trenes y visitar mil ciudades, que la estación te inspiraba por que era como otro mundo paralelo, un nuevo big-bang en el que cada día podías encontrar cientos de cosas nuevas, que amabas pasar las tardes mirando el gran reloj de la estación, viendo pasar el tiempo. También me dijiste que te encantaba comprar libros en las tiendas de la estación, decías que eran distintos, que olian a vida y estaban llenos de historias más allá de la que el propio libro contaba..
Yo también adoraba la estación, y sobre todo adoraba esa tonta costumbre tuya de darme un beso cada vez que un tren llegaba.. Deseaba que llegasen trenes sin pausa.
Hicimos mil locuras allí. Como cuando nos colamos en un cuarto lleno de objetos perdidos e imaginamos una historia para cada objeto y después elegimos uno y nos lo llevamos a casa.
Tu elegiste una cámara polaroid con mucho polvo y yo un paquete lleno de cartas de amor que alguien debió de enviarle a su amante desde otro país..
Leímos juntos todas las cartas y después me dijiste que tú nunca me mandarías cartas por que siempre estarías a
mi lado y que iríamos juntos a mil lugares, y cogeríamos muchísimos trenes.
Hoy yo cojo mi tren sin tenerte al lado con ese gesto de niño esperando poder ser el primero en darle al botón para que se abriese la puerta, por que como tu bien decías las personas son trenes sin destino , y hace falta viajar mucho para encontrar un destino fijo.
ConRdeReflexión.
tururututú
Tengo ganas de escribirte algo, pero algo bonito.
No creo que hoy sea ese día en el que alcance a encontrar las palabras adecuadas para ti..
Tú, tú, tú...
Ni siquiera recuerdo como o cuando te conocí, tampoco importa demasiado.
Hace unos meses, mi vida parecía tan distinta, nunca pensé que me podrías llegar a gustar, menos que me hicieras sentir esto que estoy sintiendo.
Parecen sentimientos idiotas, y quizá lo sean, por que sé que no son correspondidos, y que quizá nunca lo sean.
Aun a si, cada tarde me siento en el sofá a imaginar todas las cosas bonitas que podría vivir junto a ti, y son tan preciosas que a veces lloro, por no poder vivirlas, por no poder sentirlas en mi piel..
Tu nombre retumba con fuerza en mi cabeza, y a veces me hace temblar, con el lleno las paginas de mi diario.
Hasta ahora mi diario ha sido testigo de varios enamoramientos, todos iguales, ninguno como este.
Amor, amor idiota, amor infantil, adolescente, amor gilipollas, amor al fin y al cabo.
Supongo que el ciclo se repite, yo me enamoro, el pasa, y el tiempo hace el olvido.. pero yo sé que tu dejarás marca en mi piel.
Sé que el tiempo cura heridas, que te hace fuerte.. pero el tiempo no conseguirá borrar tu sonrisa, ni tus gestos, ni tus muecas graciosas, ni los momentos en los que me hiciste reír.
Siempre, una vez tras otra, me pillo por la persona menos indicada, pero tu has roto la regla.
Tú, tú eres distinto, tú das valor a lo de dentro y no solo a lo de fuera, tú eres fuerte, y no te dejas achantar por la gente, tu que luchas con ganas por un mañana mas bonito que el de hoy, tuúque das todo por quien te importa, y con una sonrisa te das por recompensado.
Nunca te lo he dicho, ni te lo diré a la cara, pero te admiro.
Te admiro por como eres, por las ganas que le pones a la vida, por que luchas por tus sueños por muy lejos que estén, por que crees en las cosas que solo creen las personas dignas de admirar..
Te admiro por ser tú, te admiro por que eres así.
Creo que con todo esto que estoy diciendo, empiezo a aproximarme a esas palabras que busco y no encuentro para poder describirte, para poder describir lo que siento.
Aunque creo que nunca podre hacerlo, las cosas tan bonitas nunca son descritas con la total perfección que merecen.
Cualquiera que lea esto pensará, que tengo 14 años que no se lo que es enamorarse, y quizá no lo sepa, pero esto es algo parecido a eso, igual de bonito, igual de perfecto, igual de idiota.
Y si enamorarse es ser idiota, yo quiero ser idiota a tu lado
principe gris
y eso que nunca estubo aquí,
salgo de la habitación, lo echo de menos,
y eso que nunca lo vi.
Salgo y entro, huelo su holor y lo recuerdo,
así una y otra y mil veces al día.
Salgo y entro en mi habitación, lo busco, pero nunca lo encuentro.
¿Donde está?, que yo lo quiero
Intento escribir, pero sin su voz no me puedo concentrar,
vuelve ya, y ponte como el sol, escondete como la luna.
¿Donde estás? , que yo te busco y no te encuentro.
La perfección es un concepto.
Se pone de pie y siente como la habitación da vueltas. Se frota los ojos y respira hondo.
Arrastra su cuerpo huesudo hasta el baño y comienza la rutina que sigue desde hace unos meses. Se quita la ropa. Sube a la bascula. 300 gramos menos que ayer.. No es suficiente.
Mira sus dedos amarillos y se los mete en la garganta como castigo. Llegan las arcadas pero no sale nada. ¿Que puede salir si solo hay miedo dentro de ella?. Se mira en el espejo y llora un poco, no demasiado, ya ni para eso tiene fuerzas. Vuelve a pesarse. Lo mismo. Se golpea en el estomago y se castiga una vez más. Apunta lo que la báscula marcaba en su libreta. Matarse a hambre da sus frutos, 8 kilos menos en dos semanas.. Quiere más.
Se desparrama en el sofá y piensa en lo perfecta que va a llegar a ser. Le duele la cabeza, se marea, le flojean las rodillas, tiene las uñas rotas, no le viene la regla, su pelo esta lacio, tiene ojeras, esta pálida, los dientes se han vuelto demasiado amarillos, tiene frió todo el tiempo, la soledad es su mayor compañera, llora a diario.. ¿Eso es perfección? Se mira de nuevo en el espejo y piensa que si.
Vuelve a rugir su estomago pidiendo comida. Mastica un poco de hielo para engañar al hambre y se da una ducha muy fría. En su cabeza sólo hay una palabra: perfección. No se da cuenta de que el camino a la perfección lo dejó atrás hace tiempo y ahora camina por el de la destrucción..
Se mira de nuevo en el espejo, su gran enemigo. Se da asco. Le repugna lo que ve. Esta gorda, menos que antes de comenzar con todo esto pero gorda. Así nunca va a encajar, ni la van a querer, ni va a besar a ningún chico guapo.. Las gordas no triunfan en la vida, y ella ha nacido para triunfar.
Llora desconsoladamente, sin temor a que alguien la oiga, hace tiempo que perdió a todo el mundo, ellos no entendían lo que ella llama un ''estilo de vida'', un camino hacia la perfección.
Se tumba en la cama a llorar y allí muere lentamente entre la perfección y la soledad.
el juego del amor.
Luego vinieron los encuentros a media noche en un banco de la plaza alumbrado por una pequeña bombilla que parpadeaba apunto de fundirse. Ajenos a cualquier persona que nos mirara por encima del hombro. Solo queríamos vivir algo distinto, y no teníamos necesidad de esconder la pasión ni lo besos, pero el echo de sentirnos como dos enamorados escapando de miradas que juzgan nos hacia sentirnos más vivos todavía.
Poco después, para no caer en manos de la rutina abandonamos el banco y empezamos a buscar lugares nuevos, pero siempre acabábamos instalados en mi cama. Con el aliento del otro en la nuca y la piel poblada de poros abiertos por los que se escapaban los últimos aromas del amor. Y como de todo, nos acabamos aburriendo de mi cama y y contaminamos con nuestro amor nuevos lugares haciendo sonar nuestras respiraciones entre cortadas después de cada beso.
Descubrimos juntos el amor, y poco a poco fuimos buscando en el algo del otro que nos completase. Un beso, una caricia, un lametón, un beso en el cuello.. Cada una de esas sensaciones las archivé en mi cabeza y las conservé asociadas a esos pequeños gestos, para revivirlas cada vez que sentí de nuevo la caricia de sus labios sobre mi piel, de su lengua dibujando en mi cuerpo, sus manos acercándome poco a poco a su boca..
A pesar de todo el tiempo que pasamos juntos yo seguía sintiéndome tímida cuando lo veía aparecer en nuestras citas. Volvía a sentir de nuevo las maripositas en el estomago cada vez que me cojía de la mano, seguía conteniendo la respiración cada vez que caminaba con sus dedos en mi cuello y soplaba en mi nuca.
Nunca seguimos la rutina y nos reinventábamos cada vez que en el reloj daban las 12. Recorrimos calles manchandolas de besos y palabras bonitas. Saltamos por encima del mundo y nos curamos las heridas bajo las sabanas. Reíamos ajenos al dolor, pues solo estábamos jugando. Jugando al amor.
perfection is a lie.
Cada día de mi vida he sido distinta. Algunos días mejor, otro peor. Me he metamorfoseado miles de veces, y he sido cosas que han agradado mas y que han agradado menos, pero nunca nunca he sido perfecta, solo he sido yo misma.
Siempre bajo las escaleras de lado.
Solo llevo anillos en el dedo gordo.
Me encantan las fotos echas desde arriba.
Me encanta la cocina.
Los chicos con gorra me parecen interesantes.
Siempre duermo con un cojin y muchos peluches.
Mariposas en la tripa
Sintió algo parecido a las mariposas en la tripa que se tienen cuando se suspira por amor.
Cerró los ojos y casi pudo volver a sentir sus labios caminandole por el cuello. Sonrió bajo las sabanas y se dejó inundar por todas las sensaciones que aquella tarde había sentido: sus miradas de reojo, los besos con los ojos cerrados, la forma en la que le mordía el labio, como le cojía de la mano, la manera tan tonta en la que se reía en mitad de los besos, ese pequeño gesto de levantarle las gafas de sol para mirarle a los ojos..
Las mariposas le subieron hacia la boca escapándose en forma carcajada. Se sintió tan bien aquella tarde... Casi casi pudo sentirse como en una nube, pero aquellos besos solo habían sido un juego. Suspiró. Deseo que ese juego se volviese a repetir.
Sonrió amargamente. ¿Por que no podía ser ella de esas personas que nunca se enamoran? De esas que van de flor en flor, a las que no les duelen las palabras y nunca nunca recuerdan los besos dados..
¿Querer es poder?
Cosas de película
En términos generales, la historia es la misma de siempre, pero esta vez si puedo acordarme de los besos, de las sonrisas a medio gas, de las caricias, de sus manos bajo mi camiseta, de la despedida, y es eso lo que realmente me confunde.
No soy chica de amores locos, aunque mil veces he dicho estar locamente enamorada, ni soy chica de novios, ni de relaciones largas y productivas. Más bien soy todo lo contrario, hoy este, mañana me parecerá mejor aquel, ir de flor en flor y sin dolor, besar sin decir te quiero..
Y precisamente es eso lo que a este nuevo él me tiene enganchada. No es de esos chicos que pretender llevarte a la cárcel del amor con besos, mil piropos y 1000 sms de amor. Él te habla de cosas que casi no te importan, te mira de reojo y te hace reír, te engancha con sus besos, te muerde los labios, y después se aparta para dejarte con ganas de más, se ríe en medio de los besos, mete las manos debajo de tu camiseta y aún así te hace sentir diossa, te besa y lame el cuello, después te ruega 10 minutos mas de tiempo para consumirlos en terminar el calentón y aún así no suena vulgar, y después te coje de la mano, te acompaña hasta la parada del autobús, se despide de ti, y se va por el mismo camino por el que ha venido. Y luego te dice que menuda tarde, ,y sólo dice esas dos palabras pero con ellas las dice todo, y tu piensas : ! Y tanto que valla tarde!, y no suspiras de amor, ni piensas que es un príncipe azul, ni quieres que te regale una rosa roja, y tampoco sabes si quieres algo más con él, pero tienes ganas de volver a repetir esa tarde, de dejar que te haga sentir bien con sus besos, con sus miradas tontas.
Y es más, sabes que no es especial, que sólo es como el quiere ser, y no tiene nada que te haga enloquecer de amor, pero esa sensación de poder ''besar sin decir te quiero'' que él transmite es justamente lo único que necesitas para enamorarte de alguien.
Y ahora sólo me queda el exilio de mi folio.
eres como el humo que por si solo se disuelve sin más,
hoy creo que me crecerán alas,
por fin podré ir volando solo hasta Nunca Jamás.
Si y serás tú quien sepa todo,
yo se que no necesito más el más mínimo rito de fe,
que todo y nada se demuestra aquí quedándose en pie
y que en estilo pocos pueden competir con monsieur.
Y que si me quedo contigo es porque quiero,
haciéndolo descubro ese tesoro,
porque para el alma no hay demoras cuando moras
por mi corazón se nota si mejoro si siempre que lo decoras.
Que no desaparecen
No me creo nada la frase de a quien ''madruga dios ayuda''
Porque los buenos van al cielo y los malos están en todas partes?
Porque coño el día de mi cumpleaños tiene que ser un triste martes?
Preguntas inútiles que jamás obtendrán ninguna respuesta sincera
Y es que la mentira es global y hoy en día se respira en la atmosfera
No logro creer en las cosas que no se pueden ver, mis ojos son mis jueces
Ya que los fantasmas del pasado vuelven y no logro hacerlos desaparecer.
Persiguelos como si fueran a escapar.
El amor se vuelve peligroso..
La felicidad no es contable.
Cara a la pared.
Alumbraste mil mañanas que tu mismo habías oscurecido, y cosiste mil heridas que antes habías abierto. Fuiste mil veces quien tuvo que pedir perdón y no lo hiciste, pero que más da..
A pesar de todo eso, todavía eres tu quien inspira mis mejores versos.
Es hora de hacer mudanza...
El tiempo ha barrido los sentimientos y se los ha llevado, pero ¿qué mas da?. Lo importante fue poder empezar a escribir imaginando un amor sin limites, deseando que cada palabra saltase del papel a la realidad y me hiciera sentarme en un sofá real, con un él real.
Todo y más.
Apuesta y quizá pierdas.
Que no puedes ir por la calle y encontrarte de frente con una de esas mujeres que camina sobre 10 centímetros de tacón sin tomar biodramina y que además tenga una sonrisa pintada en la cara disimulando el dolor de los preciosos tacones.
De esas que pintan sus labios de rojo y beben en copas sin dejar huella, pero se encargan de con su perfume dejarla en el corazón.
Esas mujeres que saben hacer el nudo windsord y nunca han llevado corbata.
De esas que saben de matematicas, arte, literatura, e incluso entienden de que va la vida, pero prefieren contestar con una sonrisa antes que con un discurso de empollon con gafas.
Es un secreto.
Soy vegetariana por que una pelicula me cambió las ideas.
Busco a mi principe azul en personas opuestas a mi.
Cuando conozco a un chico en lo primero que me fijo es en las manos.
Me gusta leer libros en los que me sienta identificada con la protagonista.
Para escribir agusto necesito un boli y un cuarderno que me gusten.
Desde pequeña siempre he querido cambiarme el nombre
Resaca de sentimientos
Te sientas en el borde de la cama y dices para ti misma, madre mía la de cosas que sentí ayer.
Gracias a ellos aprendí a escribir cartas de amor.
“A las mujeres hay que tratarlas bien, porque si no se enamoran de uno”, decían por ahí cuando yo estaba empezando la adolescencia. A lo largo de los años constaté que es cierto. Salí con mujeriegos, borrachos, vagos y vividores. Lo que me atraía de ellos era esa perpetua cara de tortura, la ceja levantada y la promesa de una aventura nueva cada día.
Me gustaban los mechudos de barba de tres días; los tacaños que jamás invitaban porque siempre -según ellos- estaban pelados, pero al mismo tiempo estrenaban camisa diaria; los abusivos que me pedían plata prestada para irse de viaje (y no me llevaban); los que me regalaban “una canción” o “la luna” cuando estaban en plan romántico, en lugar de darme un disco o una noche en la playa.
Gracias a ellos, aprendí a escribir cartas de amor. Lloré en el hombro de vecinos más buenos, pero más aburridos que mis patanes enamorados. Me aguanté los regaños de mis papás y salí a escondidas a encontrarme con esos tipos “prohibidos”, que uno no le puede presentar a su tía abuela porque le da un soponcio.
Pero esa no soy sólo yo. Desde que el mundo es mundo, en la realidad y en la literatura, las mujeres se han enamorado de quien no les conviene. De aquel hombre contra el que su mamá -seguramente con algo de conocimiento de causa- siempre le advirtió. Pongamos el ejemplo de la muy elegante y femenina Lady Marian, enamorada del patán de Robin Hood. Me imagino a sus papás diciéndole: “Ese tipo es un ladrón. No respeta la autoridad. Es un borracho que pasa el día entero con sus amigotes y ni siquiera tiene casa propia. ¡Vive en un bosque, Marian! ¿Qué te puede ofrecer?”. Pero ella, la más terca, les responde que no, que el tipo es bueno, que tiene cualidades como que les reparte todo a los pobres, que es generoso, es el mejor en su oficio, tiene buena puntería, y que si tiene un defecto pues ella lo va a cambiar.
Porque esa es otra. Nosotras pensamos que los vamos a cambiar. Que a nuestro lado los malos del mundo se volverán mansas palomas. Mentira. La única que logró la hazaña -ya demasiado tarde, por cierto- fue doña Inés, la enamorada eterna de otro maloso: Don Juan. Semejante sinvergüenza, y ella, una dama, convencida de que el tipo iba a dejar sus andanzas. Paciente, tontarrona y sumisa, Inés esperó a que éste se volviera bueno y cuando finalmente recapacitó, lo mataron.
Pero dejemos la ficción a un lado. El prototipo de malo no es un personaje inventado, sino un hombre de carne y hueso: James Dean. A todas nos gusta la chaqueta de cuero, la moto, el mechón, la imagen de rebeldía, el vive-al-reviente que pregonaba este tipo y que se volvió el amor platónico de las mujeres incluso muchos años después de que se mató por ir a toda en un carro, cumpliendo a cabalidad la frase que adoptó del también actor John Derek: “Live fast, die young” (vive rápido, muere joven).
Como él, muchos malos nos han hecho suspirar: Fonzy, el de Happy Days; Mickey Rourke, el de Nueve semanas y media; Marlon Brando y tantos otros actores, viejos y jóvenes, con actitud displicente y un gusto por hacer sufrir a su nena. Pero no sólo famosos caben en la lista. Cualquier mujer puede insertar aquí al amor de su vida, su traga de adolescente, el tipo aquel de los ojos verdes que perdió todos los años en el colegio y que tenía una voz bonita, el que le propuso matrimonio y luego no volvió a llamar.
La explicación no se considera tan sencilla como parece. No es sólo el gusto por lo prohibido lo que nos llama la atención. Resulta cierto que eso nos atrae. Parte de esa atracción por los hombres malos consiste en una rebeldía adolescente que nos obliga a buscar al tipo que va a hacer que al papá se le pongan los pelos de punta, que nos va a obligar a experimentar cosas nuevas y que nos va a enseñar sobre “LA VIDA”. Pero no es del todo cierto. La cosa va más allá.
Y va tan más allá que existen psicólogos y expertos dedicados a pensar en el tema. Incluso, como los gringos hacen estudios de todo, también existen estudios sobre este comportamiento, que ellos llaman la triada oscura, y que básicamente describe a un tipo a lo James Bond (otro de nuestros amores platónicos de la ficción): narcisista, arriesgado y manipulador. Según uno de los estudios, hecho por el científico Peter Jonason, de la Universidad de Nuevo México, las mujeres se sienten atraídas por los hombres que son vanidosos y egoístas, que buscan a diario nuevas experiencias y son impulsivos (una característica que también se asocia con sicópatas) y que les gusta engañar y manipular (conocido también como maquiavelismo).
¿Por qué? Según el doctor Jonason, las mujeres confunden estas características con masculinidad, y -ahí es donde entra el darwinismo- por eso piensan que tienen más posibilidades que los hombres del común para engendrar hijos sanos.
Eso quiere decir que buscamos a ese tipo de hombres por puro instinto, pero ¿qué pasa cuando por fin le metemos cabeza a la cosa? Porque sería comprensible si la leona escoge al león más melenudo, el que ruge más duro, el que le casca a los otros leones, para procrear con él, pero las mujeres tenemos algo más que hormonas rondando por ahí, y en algún momento hay que pensar: ¿Será que este vago mechudo bueno para nada, celoso y maltratador, es el hombre de mi vida? ¿Estoy haciendo lo correcto por mí y por mis futuros hijos?
Las respuestas también están en otro estudio gringo, esta vez del profesor David Schmitt, de la Universidad de Bradley, en Illinois. Schmitt hizo una investigación con 35.000 personas de 57 países, y si bien encontró que los hombres que exhibían las características de la “triada oscura” en general tenían más éxito con las mujeres, también encontró que ese éxito se traduce en cortos romances y no en relaciones a largo plazo.
Para aprender eso, la mayoría de las mujeres -yo incluida- no necesitamos estudios sino experiencia. Los malos son divertidos, sí, pero hay un punto en el que tanta aventura cansa. Lo de uno es permanecer. Llámenlo también instinto, pero las mujeres, tarde o temprano, nos aburrimos de tantas sorpresas y preferimos a los hombres predecibles, buenos, tranquilos, así sean un poco sosos. Lo que los gringos llaman el “nesting“, o sea, el hacer el nido, requiere un compañero que también ponga de su parte y no de un demente errático con quien no sabemos qué encontrar cada noche: ¿una fiesta?, ¿una pelea?, ¿una cena romántica?, ¿un juego de póquer?
O sea, que los tipos buenos se quedan con las mujeres al final del día. No con todas, claro. Existe el tipo de boba que se deja maltratar y vuelve con el rabo entre las piernas, como aquella historia de una mujer en la costa cuyo marido casi la mata, y luego de abandonarlo y aparecer con la cara deforme en todos los medios de comunicación, volvió con él. ¿Por qué? Ahí tal vez son ellas las del problema.
Lo cierto es que, si quieren levantar viejas, hay que dejar de abrir puertas, de regalar flores, de decir piropos y de pagar la cuenta. Hay que dejar de llamarlas al día siguiente, nunca expresar sus sentimientos, dejar de sonreír y de ser predecibles, y empezar a manejar como corredores de F1.
Un hombre que quiera enloquecer a las mujeres debe olvidar las reglas básicas de la caballerosidad. Debe hacerlas sufrir en pequeñas dosis con peleas inventadas, celos infundados y espectáculos teatrales en los que él hace el papel de deprimido y ella intenta a toda costa consolarlo, hasta que por fin él descubre que lo único que lo haría feliz sería un regalo costoso.
Si quiere que una mujer se enamore de usted, componga una canción bien triste, empiece a fumar como una chimenea y a emborracharse como una cuba, póngase un tatuaje misterioso y jamás cuente su origen, clávese un arete en la ceja o en la lengua y déjese crecer el pelo.
Pero al mismo tiempo, si quiere conservarla, haga justamente todo lo contrario. Como los hombres dicen, ¿quién entiende a las mujeres? Todas tienen el diablo adentro.
princesas sin coronas de sal que solo quieren algo diferente.
Llevo días pensando, en que todo lo del texto de arriba es cierto, y que casi todo se podría aplicar a mi vida. Cada vez que lo pienso digo: vaya mierda. Pero supongo que no soy ni la última ni la primera a la que le pasa esto, que solo es otra etapa más, y que acabará pasando, igual que las golondrinas del poema de Becquer acabaron en otro balcón, o igual que se acaba el verano. Por ahora, aún me queda mucho por hacer, muuuuuuuuuchas cosas que vivir, muchos pozos de los que salir, y muchos vestidos azules por estrenar. Ahora solo puedo vivir, demostrarle a la gente que de verdad quiero, que pueden contar conmigo para LO QUE SEA, y sonreír, aunque este dentro del pozo.
Mírate en un espejo y dime si de verdad odias tanto lo que ves como para cambiarlo de esta manera.
Hace tiempo que lo perdí todo.Hace tiempo que no me queda nada...y todavía hace más tiempo que vivo de falsas esperanzas.
Todo lo que te callas, te acaba matando por dentro.
Alguien que me diga que todo va bien
Que cuando me caiga, no me preguntes el como ni el porque.... simplemente levántame.
Solo alguien que me enseñe el significado de la palabra amor, sin usar el diccionario, solo con un beso unas flores o una canción.
Quizás no aprendí lo suficiente, quizá sigas siendo mi debilidad..
Hace tiempo que siento algo extraño en el pecho, algo que no me deja respirar, que me agobia, que no me deja pensar ni tampoco ser yo misma, algo que pensé que con el tiempo se solucionaría. Pero no fue así.
El final del camino se estrecha y siempre me lleva al mismo lugar ;
-Una línea, una raya en un papel
Es que va a ser... que al final no estoy tan bien...
Por ti ya no sueño;
Y antes de que te des por vencido, piensa que no es un juego, que es tu sonrisa, y tu felicidad
No tienes que prometerme la luna....
Imagina que puedes rebobinar al pasado, dar marcha atrás, borrar cada error, cada paso mal dado. Y créeme que más de una vez lo he intentado...
-Habrá mejores días
Sólo para respirar & empezar una vez más...
Que ridículo es callarse cuando quieres decir que estás bien cuando todo va mal...
Mentiras, forman parte de tu vida las cuentas cada día...
No supiste valorarte... Has de saber que si no hubieses echo el idiota todo seria igual que ayer.
¿Y qué si me rompen?
sueños soñados,
Invéntate para mi.
Descarrilo
¿A que sonará tu melodía? No lo se, pero quiero descubrirlo. No puedo más. Todos me miran como si nunca hubieran llorado, como si estuviera haciendo algo malo. Salgo de la clase, con paso firme, aunque por dentro tiemblo, y te veo. Te veo, te miro, contemplo tus movimientos. Menos mal que tu no me ves. Y al fin desapareces cuando cruzas el umbral de la puerta, para comenzar tu clase... Destino, ¿Por que eres tan cruel? No quería verlo, no al menos en ese momento, y tú… Tú me lo pones delante. Estúpido destino. Voy al baño, me lavo la cara, y aclaro mis ideas. Tengo que volver a clase. Abro la puerta y todo el mundo se gira. Vigilan mis pasos desgarbados, miran mi cuerpo de arriba a abajo, y se detienen en mi cara, intentando adivinar por que lloro. Alguno incluso le comenta a otro que lloro por la nota de un examen. !Que equivocados están todos! Ni siquiera yo lo se, como para que ellos lo sepan, pero claro está que no lloro por ningún examen. Me siento, y me siguen mirando. Me incomodan y hundo la cara entre las manos para refugiarme de sus miradas. Es ahí, entre el hueco que queda entre mis manos y mi cara, donde de golpe me encuentro con mis sentimientos. Me doy cuenta de que lloro, y de por que lo hago. Y como sospechaba lloro por ti... Por que te quiero, y por que tu a mi no, por que todavía no se muy bien lo que quiero en mi vida, y me doy cuenta de que sea lo que sea que quiera, se parece a ti...Y sigo excavando entre mis manos y mi cara, y encuentro más motivos para llorar, pero no lo hago. Y sigo y sigo buscando motivos de mi llanto, pero se me acaban. Encuentro tus bonitas sonrisas, y tu aroma, y tu voz, y el tacto de tu piel... Todo por ahí escondido, es entonces cuando sonrió, y de las lágrimas ya solo queda el rastro húmedo que dejaban por mis mejillas. Sigo pensando, y aparte de ti, hay más cosas por las que sonreír, como esa rubita de ojos azules a la que yo quiero con locura, y que se ríe de mí cada vez que te nombro. Hay más motivos por los que sonreír, pero todos acaban relacionándose contigo... Se podría decir que últimamente todo, o casi todo mi mundo gira a tu alrededor... Y aunque todo gira, yo siempre me veo quieta, ocupando el mismo lugar, y eso me da miedo. Me gustaría seguir indagando en los motivos que tengo para sonreír, pero un odioso timbre me devuelve a la realidad. Recojo sin ganas, mientras todos corren desesperadamente por los pasillos, en busca de nadie sabe que. Termino de recoger, y me coloco frente a la puerta. En la clase ya no queda nadie, y yo tengo miedo de volver a la realidad sola. Los pasillos... No, no quiero salir de la clase, por que es uno de esos pasillos también estas tú. Digo tu nombre en voz alta, y tengo ganas de correr, o de saltar por la ventana, pero no lo hago, y abro la puerta que me lleva a uno de esos pasillos. La gente corre en busca de amigos a los que contarles alguna tontería sin sentido, otros gritan, otros callan para no llamar la atención. Yo en cambio, no hago nada y me quedo quieta, contemplando aquel bullicio, y rezando lo poco que sé para no cruzarme contigo. Parece que mis rezos no son en vano, por que el pasillo se vacía de gente, y tú no apareces. Derepente, un impulso me llena el cuerpo de una rara fuerza que me obliga a correr, con todas mis ganas, como una fugitiva en el lejano oeste. Y corro y corro, y no paro, y llego al recreo. Jadeo, y mi respiración se corta bruscamente, y mi corazón me pincha y casi no late. Pobrecito corazón mío... Entre estos amores locos, y estas carreras lo estoy matando. Fijo la mirada en un punto, y me doy cuenta de que soy idiota. Por que fijo la mirada en ti... Si, realmente soy idiota, por aunque verte sin poder tenerte me hace daño, no aparto la mirada de ti, pero es que eres tan bonito, que es difícil. Otro timbre suena, pero este lo agradezco, por que me saca de mis cavilaciones, y me obliga a dejar de mirarte. Es curioso ver como algo que a veces odiamos, otras nos puede ser tan útil, e incluso lo agradecemos. Vuelta a las clases, pero es ultima hora y además viernes. Tan solo una semana para mi cumple. 14 años, que bien suena. Me paso la clase, cotorreando, pero pensando en ti a cada segundo. La clase se termina, y ahora si recojo con ganas, y bajo las escaleras deprisa, y me sumerjo entre la gente, y te busco con la mirada pero no estás... Te has ido ya, o yo no te veo. Y camino rumbo a mi casa, o quizá rumbo a ningún lugar. Creo oír tu voz, y me giro, pero solo es un idiota, que me parece mas idiota aun cuando descubro que vuestra voz es similar, y lo odio, por tener tu voz, y no ser tu. Lo odio, por haberme creado la ilusión de que tu estabas trás de mi, pero no, solo era su voz...Llego a casa, y me siento. Me paro a pensar, y de pensar se me olvida masticar y me atraganto con lo macarrones, y me empiezo a reír, cuando casi no puedo respirar... Cuando alcanzo a respirar, me doy cuenta de que pensar no sirve de mucho, y que lo importante es actuar.Me digo a mi misma, que quizás, yo también actúe, pero que todavía no me sé bien el guión, y aunque por dentro me muero de ganas de estrenar ya la función, debo esperar, y que el director me muestre por que camino tengo que dirigir la interpretación de mi papel...
Como Shakespeare sin musa
te quiero; del verbo amor
La vida es igual sin ti.
Que vivir sólo en soñar
Que seas de esas que nadie recomienda.
De Julio a Noviembre.
Streets of love.
Ella se llamaba María, él se llamaba Quique, y los dos son sólo una historia que María acaba de escribir.
[...]
Hace un par de semanas. Una día cualquiera, a una hora cualquiera.
Dos adolescentes empiezan una conversación por chat. Desde la distancia. Ni si quiera se ven las caras. Él ni siquiera la tendrá delante para ver como llora cuando sus palabras se le claven en la piel.
Él la saluda normal. Ella responde cortante. Tiene motivos para hacerlo. Lleva tiempo aguantando. Perdiendo el tiempo en intentar recuperar algo ya perdido. Hace días que la gota colmó el vaso. Ya no aguanta. Él contesta del mismo palo. Escribe varias frases y le da al ''enter''. A ella la late deprisa el corazón. Lo echaba de menos. El hablar con él, los seis minutos que siempre acostumbraba a esperar antes de contestar... Lo echaba de menos, y ahora discuten. Ella también contesta borde. Los dos se rebaten. Hay tensión, pero a él ya no le importa, y a ella le importa demasiado como para no pensar en otra cosa que en lo que lo va a echar de menos cuando esa conversación acabe, por que sabe lo que va a pasar. Él le dice que no quiere saber nada más de ella. Ella lo acepta y no dice nada. No esta asustada. Esta decepcionada. Acaba de perder a la persona que mas ha querido en mucho tiempo. A la única que le hizo sonreír mil veces sin motivo. Y por otra parte le da igual. Absolutamente igual, casi tanto como a él. Hace tiempo que se comía demasiado la cabeza por él. Demasiado tiempo esperando sabiendo que nunca llegaría nada. Demasiada distancia. Demasiadas promesas de esperarlo para siempre. Demasiado .. Ella piensa que para siempre es demasiado.
[...]
Hoy ella se acuerda de todo eso. Se pregunta que hará él.. Seguro que pensar en ella no. Ella tampoco piensa demasiado en él, pero lo hecha de menos. Mucho. En las últimas semanas a leído muchas veces la dedicatoria que él puso en su anuario.. Y otras tantas veces se ha preguntado si esas palabras que él escribió las pensaba realmente.. ¿Pensaba que ella era única? Ella lo pensaba de él. Aún lo piensa. Él siempre será él.. Lo quiso, y lo quiere. Se niega a olvidar pero también se obliga a pasar página. Es rara cuando de amor se trata.