Cosas de película

Después de tanto hacerme la fuerte, los sentimientos han acabado explotando.De nada sirvió hacerme la mujer fatal durante días, la gigante con corazón de hielo. Las armaduras que durante noches diciendome a mi misma que nunca jamás volvería a enamorarme de nadie construí se han roto en el mismo segundo que he empezado a plantearme la mas mínima posibilidad de si estoy empezando a sentir algo por él.

En términos generales, la historia es la misma de siempre, pero esta vez si puedo acordarme de los besos, de las sonrisas a medio gas, de las caricias, de sus manos bajo mi camiseta, de la despedida, y es eso lo que realmente me confunde.

No soy chica de amores locos, aunque mil veces he dicho estar locamente enamorada, ni soy chica de novios, ni de relaciones largas y productivas. Más bien soy todo lo contrario, hoy este, mañana me parecerá mejor aquel, ir de flor en flor y sin dolor, besar sin decir te quiero..

Y precisamente es eso lo que a este nuevo él me tiene enganchada. No es de esos chicos que pretender llevarte a la cárcel del amor con besos, mil piropos y 1000 sms de amor. Él te habla de cosas que casi no te importan, te mira de reojo y te hace reír, te engancha con sus besos, te muerde los labios, y después se aparta para dejarte con ganas de más, se ríe en medio de los besos, mete las manos debajo de tu camiseta y aún así te hace sentir diossa, te besa y lame el cuello, después te ruega 10 minutos mas de tiempo para consumirlos en terminar el calentón y aún así no suena vulgar, y después te coje de la mano, te acompaña hasta la parada del autobús, se despide de ti, y se va por el mismo camino por el que ha venido. Y luego te dice que menuda tarde, ,y sólo dice esas dos palabras pero con ellas las dice todo, y tu piensas : ! Y tanto que valla tarde!, y no suspiras de amor, ni piensas que es un príncipe azul, ni quieres que te regale una rosa roja, y tampoco sabes si quieres algo más con él, pero tienes ganas de volver a repetir esa tarde, de dejar que te haga sentir bien con sus besos, con sus miradas tontas.

Y es más, sabes que no es especial, que sólo es como el quiere ser, y no tiene nada que te haga enloquecer de amor, pero esa sensación de poder ''besar sin decir te quiero'' que él transmite es justamente lo único que necesitas para enamorarte de alguien.

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