Y ahora sólo me queda el exilio de mi folio.

Cuando te quiero no estás,
eres como el humo que por si solo se disuelve sin más,
hoy creo que me crecerán alas,
por fin podré ir volando solo hasta Nunca Jamás.
Si y serás tú quien sepa todo,
yo se que no necesito más el más mínimo rito de fe,
que todo y nada se demuestra aquí quedándose en pie
y que en estilo pocos pueden competir con monsieur.
Y que si me quedo contigo es porque quiero,
haciéndolo descubro ese tesoro,
porque para el alma no hay demoras cuando moras
por mi corazón se nota si mejoro si siempre que lo decoras.

No hay comentarios:

Publicar un comentario