Miradas inocentes




Miradas inocentes, tan solo eran eso, pero para mí era algo mas, era hacerme sentir miedo de decir te quiero, era un mundo en el que nos perdíamos tú y yo, un mundo de lagrimas adornando las escasas sonrisas que de vez en cuando lanzaba al viento, era algo mas que tus ojos mirando los míos, era mi sonrisa, mi alegría, mi miedo, mi todo.





¿Algo como tus ojos me puede ayudar a sonreír?.



Era tan evidente que ni cabía la duda de que la respuesta a esa pregunta fuera no, tan evidente por que al ver tus ojos del color de la coca-cola se dibujaba una sonrisa en mi cara de niña inocente.



Con el tiempo perdí el miedo a tus miradas, perdí el miedo a decirte te quiero con solo mírate, se perdieron las miradas inocentes y empezaron a ser miradas pícaras, que expresaban algo mas que inocencia, nunca habíamos hablado ni siquiera sabia como se llamaba, no le conocía más que de vista, aunque cada vez que nuestras miradas se cruzaban me lo decía todo, era como si su mirada me lo dijera todo sobre él.



Un día al llegar a clase nuestras miradas se cruzaron a la vez que me decía: Hola, soy Dani y ¿Tu como te llamas?.



No sabia como contestarle, silabeando dije: Hola yo soy Mery.



Llego la hora del recreo, la pasamos hablando, y esa misma tarde quedamos en el parque.



Pase toda la mañana esperando la tarde; esa tarde llego fui al parque y allí estaba Dani, sentado en un banco, esperándome.



Me acerque a él y le salude, no me devolvió el saludo, simplemente me besó.



Vivimos un apasionado amor durante varios años, pero un día, el desapareció, ni siquiera se despidió, se marcho sin más, ni siquiera me dijo adiós.



Lo pase muy mal, pero crecí y lo supere. Un día al cabo de muchos años iba caminando por la calle y vi, volví a ver esos ojos del color de la coca-cola, era él, intentó mantener la mirada pero yo enojada la aparté y seguí mi camino, me marche de allí, no quería ver más eso ojos, no le quería ver.



Ese mismo día, en la huida de su mirada, al ir a cruzar la calle me atropelló un coche delante de Dani, que me causó amnesia y solo recuerdo que cuando estaba tendida en el suelo oí: Mi princesa, lo siento te tengo que volver a dejar. Y después se marchó, no supe mas de él, me dejó, otra vez, pero esta vez me dejo sus ojos grabados en mi cabeza. Ese sigue siendo mi único recuerdo de antes del accidente..







''Esta es otra de las primeras cosas que escribí, y le tengo muchísimo cariño''



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