Cada vez que sueño, me despierto.


Los planes se tuercen al igual que se derrite una vela encendida.

Perseguimos los sueños, y nos encontramos un camino lleno de obstáculos.

Miles de piedras, de espinas, y de cosas que te hacen pensar si de verdad merece la pena.

¿Merece la pena perseguir sueños? A veces dudo de que si, pero luego encuentro motivos para seguir y sigo. Por encima de todo. Haciendome el daño que sea necesario.

Y hagas lo que hagas eso nunca es suficiente. Sigues. Aunque nadie crea en ti. Lo das todo, y cuando estás apunto de conseguirlo, algo sucede y se te acaba rompiendo la sonrisa.

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