Ya sabes, yo siempre he sido una chica diferente. Mas dura que las demás, y mucho mas tierna que ninguna otra en realidad. Siempre he sido mas de helados de chocolate que de café.
Me gustan las mismas cosas que a las demás, pero no mientras son moda, si no antes o después de dar el gran salto y ser conocidas por los demás.
Paso horas leyendo cosas sin importancia pero que me hacen imaginar.
Me gustan los calcetines largos con zapatos encima, y las uñas de mucho colores.
Me gustan los retos, las cosas que hacen latir muy fuerte al corazón.
Prefiero la lluvia al sol, y el frió que cala en los huesos al sol que derrite el corazón.
Me gusta el caldito de flash para el final, las palomitas de colores que tienen mucha azúcar y entre mis sueños esta pasar una tarde corriendo de un lado a otro por el centro de la ciudad, detrás de la persona que me haga feliz.
Me muero por que alguien susurre palabras en italiano en mi oído, y me ilumina los ojos una rosa mas que un regalo muy muy caro.
Siempre ando de aquí para allá con mis diarios, mis poesías y mis líos.
Tarareo canciones mil horas al día, y siempre miro todo lo que hay a mi alrededor.
En mi mp3 siempre suena rap y después pop, y después otra cosa distinta a la última canción.
Me gustan los cambios, las prisas y el ambiente de la ciudad, pero muchas veces lo cambiaría todo por poder esperar sentada en una pradera a la noche, para poder ver las estrellas.
Ya sabes que yo siempre fui distinta. Ya sabes, yo siempre fui María.
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